Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra para la recuperación del sector.
Las buenas noticias empiezan a llegar gracias a la apertura de la movilidad entre países y la implantación del pasaporte sanitario europeo se posiciona como una garantía de seguridad en los viajes.
Así las cosas, es hora de que los destinos tomen las riendas para tirar hacia delante y desarrollar programas y acciones concretas que saquen al sector turístico de la situación económica en la que se encuentra en el menor tiempo posible.
Aunque es importante remarcar que en la reactivación de los destinos turísticos tienen mucho que decir (y hacer) el resto de actores turísticos que tienen su papel en esta película, claro está.
El abanico de posibilidades es muy amplio.
Por lo que la dificultad radica en que los destinos sepan diseñar un plan de acción que recoja las necesidades concretas de las empresas en estos momentos.
Y todo ello teniendo claro que solo los que sean capaces de hacerlo serán quienes consigan reactivar el motor de la economía a corto o medio plazo.
La reactivación de los destinos turísticos en 5 claves
Dentro de este brainstorming turístico deben tener cabida una serie de ideas que, aunque no son nuevas en el sector, sí que abren la puerta a nuevos caminos para la recuperación.
Vamos a verlas:
#1 Formación especializada
El 2020 puso la necesidad de la digitalización del sector a nivel de imperiosa obligación.
En un mundo tan digitalizado como en el que vivimos es fundamental que empresas y destinos se pongan al día en este asunto con programas formativos especialmente adaptados a las características de la actividad turística.
#2 Actualizar la oferta
Los hábitos de consumo han cambiado, también en el mundo de los viajes.
Por ello, desde los destinos debe realizarse una fuerte apuesta por el big data que ofrezca la información que los agentes turísticos precisan para detectar debilidades, identificar nuevas oportunidades y adaptar la oferta de los destinos a las nuevas tendencias.
#3 Apostar por la seguridad y la sostenibilidad
Dos valores que generan confianza en los viajeros.
Desarrollar acciones concretas y aportar hechos demostrables en estas dos líneas ayudan a los turistas a bajar los niveles de incertidumbre y desconfianza a la hora de decidir sobre su viaje y el destino elegido.
#4 Colaboración directa con el sector privado
El destino no existe sin las empresas que ofrecen sus servicios en él. Es así de simple.
Por eso, la colaboración entre el sector privado y el público de una manera sostenida en el tiempo es fundamental para salir de la crisis económica.
Compartir información actualizada y relevante para el sector, así como permitir a todos los agentes turísticos participar en las decisiones son algunas de las líneas a trabajar en este sentido.
#5 Diversificar la oferta
No se trata de renunciar a los mercados y segmentos que tradicionalmente funcionan, sino de poner el ojo en otros que también están posicionados como tendencia y que pueden paliar una de las debilidades históricas de algunos destinos: la estacionalidad.
El turismo rural, el deportivo, el educativo, el médico o el de bienestar son algunas de estas propuestas.
Lo dicho: aquí la novedad no son tanto las ideas, que ya llevan presentes en nuestro sector desde hace mucho tiempo, sino la habilidad de hilarlas a lo largo de un plan de acción que, efectivamente, favorezca la reactivación de los destinos turísticos.