Este mes de septiembre hemos celebrado el 4º aniversario desde que abrimos una planta muy especial en nuestras vidas.
En junio del 2014, firmamos la fundación de la cooperativa Bamen, S.Coop.And. con el objetivo de que fuera el contenedor de nuestros sueños. De ahí que el nombre que le dimos a la cooperativa se construyera con la primera sílaba de los apellidos del padre de Ángela —Ballesteros— y el de mi padre, y el de mi hermano Antonio, claro, —Mendoza—, dos currantes incansables que sembraron el germen del emprendimiento y la innovación en los que ahora formamos parte de esta maravillosa aventura.
El proyecto donde hemos concentrado todas nuestras energías ha sido Sextaplana, que nació el 1 de septiembre de 2014, con el objetivo de ser referente en la gestión de la estrategia digital de empresas turísticas y destinos. Formandola desde la base con personas comprometidas y apasionadas, con una filosofía centrada en el trabajo en equipo con el cliente.
Dicen que una de las cualidades que tiene que desarrollar un emprendedor es la de estar dispuesto a cambiar la idea original de su proyecto tantas veces como sea necesario. Este gesto se hace tanto que los que entienden de ello lo llaman pivotar. Desde que empezamos, la adaptabilidad se ha convertido para nosotros en un estilo de vida: cada proyecto que abordamos junto a nuestros clientes es distinto y único, lo afrontamos con, al menos, la misma ilusión que lo hacen ellos.
Sextaplanta nació con la intención de llegar a ser referente en la gestión de la estrategia digital de empresas turísticas y destinos.
Hoy, al redactar estas líneas, inevitablemente, me ha sobrevenido el recuerdo de aquellos días en que todo empezó a gestarse, a coger forma. De repente, descubrí que debía haber emprendido mucho antes. De todos modos, esto es algo que uno no decide, simplemente ocurre. Ocurre el día en el que coinciden todas las circunstancias para ello, en el momento en que tus niveles de valentía e inconsciencia están en su justa medida.
Transcurridos estos cuatro años, el camino no ha sido fácil, claro que no, ni es necesario que lo sea. Mucha gente nos ha ayudado a lo largo del camino, profesionales dedicados al acompañamiento y asesoramiento de nuevos emprendedores, gente de una calidad humana inmensa, sin cuya ayuda sería imposible afrontar con garantías de éxito los mil y un requisitos administrativos para montar una empresa desde cero. Como imposible sería haber llegado adonde hoy estamos sin el grupo de personas que hoy forma parte de Sextaplanta —Guillermo O, Michele, Marina, Guillermo D, Miguel Ángel, Rocío y Vicente—, grandes compañeros con el mismo nivel de locura, o más, incluso, que no han hecho sino enriquecer el proyecto y ensanchar el horizonte, personas maravillosas que han pasado a tener un hueco muy especial en nuestras vidas y que han agarrado la manivela de Sextaplanta con tanta fuerza como lo hicimos nosotros al principio. Y por supuesto, sin nuestros clientes nada de esto sería posible; empresas audaces que han depositado su confianza en nosotros y con quienes compartimos el firme y decidido propósito de avanzar y seguir creciendo juntos.
¡Muchas gracias!