Un gran amigo decía a modo de sarcasmo que en el turismo no eres nadie si no puedes empezar todas tus frases con un solemne “en mis 15 años en turismo…”. Yo siempre he pensado que en un sector tan cambiante como este, no es ningún aval por sí solo 15 años de experiencia.
Corría el verano de 1998, hace ahora 15 años cuando volví a Londres por segunda vez. Era Junio, el principio del verano y estaba lleno de energía. Esta vez buscaba algo más, algo diferente al año anterior, probablemente no tenía muy claro qué pero llevaba otra cosa en la cabeza… Ese invierno había malgastado otro año más en la universidad en Málaga y ya empezaba a darme cuenta que tenía que planear un cambio. Y por eso volvía.
Había llevado el pelo largo y barba a lo Allman Brothers durante años. Una mañana, una de esas que te levantas inspirado entré en el Hotel Norfolk Plaza, muy cerca de la estación de Paddington, para ver si tenían trabajo. El vestíbulo del establecimiento era amplio, a la derecha estaba el mostrador de recepción y por la sala había repartido mobiliario que podría ser de la sala de espera del dentista o de la peluquería del corte inglés. Me acerqué al mostrador y la chica que había detrás me miró con sorpresa. Con un gesto tímido pero firme le dejé mi curriculum perfectamente impreso en una hoja tamaño A4 y me fui sin decir palabra.
Ese verano se celebraba el mundial de fútbol de Francia. Todos los días eran iguales, por la mañana me pateaba sitios para dejar curriculums y por la tarde a casa a ver partidos. El mismo día de la eliminatoria de Inglaterra con Argentina me llamaron para una entrevista y ofrecerme el puesto de botones en el Norfolk. Pero tenía que cortarme el pelo y la barba, cosa que no me importaba mucho. Así que esa misma noche, durante la tanda de penalties mi amiga Pilar disfrutó mucho con las tijeras y el peine.
Este se convertiría en algo así como mi primer trabajo en turismo. Fue un verano magnífico, lleno de aventuras muy intensas con mis compañeros [foto]. Curioso es que no mantuvimos el contacto después de aquel verano.
Durante el invierno siguiente haría todos los trámites para hacer el traslado de expediente de la universidad de Málaga a la South Bank University. A través de los servicios de UCAS me resultaron muy útiles.
El verano pasado, dando un paseo por Paddington con mi gran amigo David, pasé por delante de la puerta del Norfolk y recordé todas las trastadas de aquel verano. La recepción seguía con el mismo mobiliario. En mis 15 años en turismo no había visto un mobiliario de hotel tan feo.
Sobre el autor
Aún recuerdo mi estupor cuando te encontré, irreconocible, en Victoria Station… madre mía 15 años!!!!!!
JAJAJA. Lo mejor fue tu cara… Aunque creo recordar que cuando tú viniste me había dejado bigote, verdad?